Este hombre de 35 años de edad entro por la puertas de urgencias con una mano bastante inchada, los médicos sin hacer ningún tipo de prueba directamente le inyectarón una vacuna contra las picaduras de vivoras. Por para esta persona la vacuna no le afectó, pero para que no pudiera hacer ningún tipo de queja o denuncia no le dieron el parte de alta.
Así anda la sanidad de los gallegos. Estra persona además nos a expresa mediante un mail que el trato recibido por parte de los gallegos fue altamente denigrante."No volveré a ir por esas tierras son unos simverguenzas sin educación y además me intentan matar, no tienen dignidad alguna".
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